La Realidad es una Ilusión 1 de 2

Recuerdo una vez que estaba enferma, con mucha fiebre, y me quede dormida en el estudio.

No se que hora de la madrugada seria, cuando escuché que tocaban el timbre, me levante y fui a la puerta de entrada pero no había nadie, al regresar al estudio vi que mi cuerpo se había quedado acostado en el sofá, luego volví a escuchar que tocaban, pero ahora era la puerta del estudio, al abrirla vi que era un ser de luz, y me dijo:

_Eso que SIENTES NO ES

_como que no es?_ le pregunte_ Si me siento fatal, tengo fiebre.

El respondió_ NO ES VERDAD

Luego dijo:

_Eso que VES NO ES

_como que no?_mire a mi alrededor_ Si ahí esta mi cuerpo, ahí esta mi escritorio, mi sofá.

El respondió _NO ES VERDAD

Luego dijo de nuevo:

_Eso que CREES NO ES

Yo lo mire de frente y le dije: _ENTONCES QUIERO SABER LA VERDAD.

La luz se acerco a mi y me envolvió, sintiendo un éxtasis increíble, sentía que giraba, volaba, subía o bajaba, no lo se, fue algo que no puedo explicar con palabras pero realmente maravilloso.

Entonces me vi como un ser de mucha luz, alta, delgada muy blanca, con el cabello blanco cortito pero muy joven.

Entonces escuche:

_ESTA ES LA VERDAD SEMASHEL.

Pero cual es esta verdad?, pues la verdad es que no soy este cuerpo, sino aquel hermoso ser de luz, no soy humana sino Hija de Dios.

La verdad es que somos luz, somos perfectos, eternos, somos creadores, somos partes de Dios.

Y cuando comprendes esto, entonces al verte en el espejo te sorprendes porque no es la imagen de lo que realmente sientes y eres. Solo es un reflejo de la mente.

Hace muchos años, cuando era una niña, nos pidió la maestra que nos dibujáramos, yo estaba en kinder o algo así, y me dibuje alta, delgada muy blanca, con el cabello blanco cortito pero muy joven.

La maestra me dijo que yo no tenia el pelo blanco, pero yo le dije que si, ella me enseñaba mi cabello y me decía, mira es rubio no blanco, y yo le respondí, es que lo traigo pintado.

Creo que en ese entonces yo recordaba bien quien era, pero al vivir en el mundo y vernos tantas veces como un cuerpo humano perdemos esa verdad.

Siempre que viajo al centro del universo soy Semashel, no soy Bertha.

Amo ser Bertha porque me permite vivir y crear mis propias experiencias, pero dentro de mí vive Semashel.