LIBERACION

Creo que una de las cosas necesarias para avanzar en el camino hacia Dios es el perdonar, el soltar todo aquello que nos hace daño.

Pero…es tan difícil a veces hacerlo, porque hemos llevado por años la mascara de victimas, y pues la traemos muy bien pegada a nuestra cara, lloramos, sufrimos, odiamos por sentir que somos victimas, sin comprender que únicamente somos victimas de nosotros mismos.

El mal, el daño que nos hicieron quedó en el pasado, no fue HOY, y nosotros nos empeñamos en traerlo cargado cada día de nuestra vida.

Todas esas cargas, estos rencores, nos traen enfermedades, tristezas, y por consecuencia también nuevos problemas, y nuevos dolores.

Nosotros nos quejamos de la vida que tenemos o de lo que nos hicieron, sin comprender que tenemos exactamente lo que hemos creado o atraído, ni más ni menos.

Si tu eres una persona que piensa y dice que todo el mundo se aprovecha de ti, pues has sido tu quien ha dado la orden para que se acerquen a ti solo personas así.

Quieres amor?. Entonces piensa y di que eres digna de ser amada!.

Como quieres atraer el amor, si te la pasas diciendo y sintiendo que nadie te quiere?

El universo crea todo mandato, el no se fija si es bueno o malo para ti, si lo quieres o si no lo quieres, el solo crea lo que tu piensas y dices.

Así que libérate ahora de todas esas malas situaciones, de todos esos bumerang negativos que has lanzado para ser creados y regresados a ti.

Como? ……PERDONANDO!

Recuerda que el perdonar no es aceptar, olvidar o comprender, perdonar es simplemente soltar, pero soltarlo tú, de tu vida.

El otro ya pagó o pagará, no importa si lo perdonas o no.

La única manera para que no te lleguen los tablazos de lo malo que hiciste tu, es perdonando a los demás.

Cristo lo dijo “perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos” así que si tú no perdonas, no se te perdonara a ti nada… y aguas!, porque por ahí te viene el tablazo.

Libérate de lo que debes, de lo que has creado, perdonando.

Libérate de todos esos malos recuerdos, de todos esos malos sentimientos que no son de HOY.

Para que los sigues cargando HOY?

Carga lo bueno, lo que te hizo feliz, carga las esperanzas y el corazón.

Esos no pesan y te ayudaran a ir más ligero en el viaje hacia Dios.