viernes, 22 de julio de 2011

CAIN Y ABEL


           

Hace tiempo, al dormir aparecieron dos personajes bíblicos en mi sueño, Caín y Abel.
Caín era un hombre trabajador de la tierra, sembraba y cosechaba y al final de la jornada ofrecía sus frutos a Dios.
Luego vi a Abel, el se la pasaba recostado a la sombra de un árbol y al final del día también ofrecía frutos a Dios.
Pero eran los frutos de Abel los que a Dios le gustaban y eso fue lo que molesto a Caín.
“Caín mató a Abel” escuchaba una y otra vez  con una especie de voz con eco. “Abel debe resucitar y matar a Caín”
Cuando desperté me preguntaba que es lo que Dios quería decirme con todo esto?
Lo pensé y analice por varios días y ninguna de las respuestas me satisfacía,  hasta que un día desperté y lo supe!
Todos nosotros tenemos un Caín y un Abel dentro, Caín es la voz de la mente (ego) y Abel la voz de nosotros (consciencia).
En la Biblia Caín mato a Abel y esto significa que nuestro ego mato (callo) a lo que realmente somos, seres de luz (Abel)
Es la mente del ego  (Caín) la que habla todo el santo día, es la mente del ego la que habla en primera persona para que creamos que somos nosotros los que estamos pensando pero NO es así.
Nosotros (Abel) solo hablamos cuando oramos, cuando meditamos, cuando pedimos por los demás, cuando pensamos cosas buenas o expresamos amor.
Dios no se equivoca ni comete errores, así que nosotros no podemos ser tan imperfectos, somos seres de luz, de amor y llenos de perfección.
Es la mente (Caín) la que nos hace comportarnos como lo que no somos, es el que nos dice esto esta bien esto esta mal, es el que juzga, castiga o premia, y esto mis niños no es mas que un sistema de creencias falso.
La mente  dominada por Caín es un juez y un verdugo, nos hace sentirnos mal para así seguir teniendo el control sobre el SER, sobre nosotros, sobre Abel.
Abel debe resucitar y matar a Caín significa, que debemos tomar el control sobre nuestra mente, en pocas palabras empezar a pensar nosotros.
Se que esto parece difícil de entender ya que estamos acostumbrados a recostarnos sobre ese árbol y dejar que sea Caín el que maneje así nuestra vida.
Pero si seguimos así estaremos muertos, y no solo muertos sino que viviremos en el infierno creado por este mismo sistema falso que creemos es verdad.
No somos el que piensa, debemos entender esto.
De esta manera he logrado separar la voz de Caín con la voz de Abel.

En pocas palabras cuando en tu mente hay pensamientos de ayer, negativos, juicios, culpas y miedos es Caín.
Cuando piensas bien y amas a los demás es Abel.
Y Abel eres tu!

Siempre en la luz
Bertha Alicia

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